En una emergencia humanitaria, la evaluación de la situación inicial es un primer paso crucial en el proceso de planificación. Proporciona la información de base necesaria para orientar la toma de decisiones para la implementación práctica. Los principales objetivos de la evaluación son adquirir un primer conocimiento del contexto y de los principales riesgos y familiarizarse con los actores implicados. Una evaluación inicial debe proporcionar información suficiente para empezar a elaborar escenarios de saneamiento, incluidos los parámetros de diseño específicos en relación al contexto. Esta etapa se caracteriza principalmente por la recolección de datos, a través de diferentes medios, y su posterior análisis.
Recopilar datos pertinentes y de buena calidad no suele ser tarea fácil, sobre todo, en contextos en los que los datos ya son escasos. Esto se debe a que o bien no se han recopilado o analizado de forma adecuada, o bien, en ocasiones, se han ocultado o manipulado por motivos políticos o personales. Los datos secundarios (véase el cuadro 1) son datos existentes (por ejemplo, informes, estadísticas o mapas) que suelen estar disponibles a través de organismos gubernamentales, estructuras nacionales o regionales de grupos de WASH u otras organizaciones previamente activas en la zona afectada, y que pueden servir como introducción preliminar al contexto. No obstante, los datos secundarios deben considerarse siempre con cautela, y se recomienda la recolección de datos primarios (véase el cuadro 1) que impliquen el contacto directo con los encuestados (mediante entrevistas o cuestionarios u otros métodos participativos). La mejor manera de obtener una evaluación razonablemente precisa es basarse en varias fuentes de información, que pueden cotejarse, triangularse y, si es necesario, complementarse con nuevas investigaciones.
La dimensión humana de una evaluación inicial no se debe pasar por alto, ya que es cuando se produce el primer contacto y se puede desarrollar la confianza con las partes interesadas. El papel del facilitador o de los facilitadores locales es muy importante aquí X.12, ya que ayuda a abrir puertas y a acceder a la información. Es preciso recordar que los conjuntos de datos, si existen, no siempre son de fácil acceso, y la obtención de información precisa suele depender de la buena voluntad de los socios y agentes locales.
Una evaluación rápida inicial de WASH suele realizarse después de una evaluación multisectorial de las necesidades. El propósito de esta evaluación es, desde una perspectiva de WASH, identificar el impacto de la crisis, hacer estimaciones iniciales de las necesidades y definir las prioridades de acción. Dicha evaluación es crucial, incluso en una emergencia grave; es la base de un programa exitoso de respuesta inmediata de WASH y, en última instancia, determinará si las instalaciones de saneamiento están diseñadas, utilizadas y mantenidas de manera adecuada.
En los tres primeros días tras el inicio de la emergencia, se debe llevar a cabo una evaluación rápida inicial de WASH. En función de la escala de la emergencia, del tiempo y los recursos disponibles, el ejercicio de evaluación se debería completar en un día. Es importante que la evaluación sea coordinada y supervisada por un profesional con experiencia en WASH y que se lleve a cabo de forma conjunta con agentes de WASH que, de preferencia, conozcan el contexto, que hablen el idioma local y, de ser posible, que conformen equipos equilibrados desde el punto de vista del género. Para implementar con éxito una evaluación de las necesidades de WASH, se requiere experiencia en ingeniería hidráulica, hidrogeología, saneamiento, higiene, recolección de datos, gestión de datos, así como competencias sociales. A menudo, las decisiones en la fase inicial de una crisis se basan en información limitada o dinámica, pero también es importante planificar los diversos escenarios futuros que puedan desarrollarse.
Se encuentran disponibles muchas listas de verificación de la evaluación, basadas en normas humanitarias acordadas (por ejemplo, la lista de verificación de la evaluación de necesidades en el Manual Esfera). Es importante compartir la información de la evaluación con los grupos de coordinación pertinentes (por ejemplo, el grupo de WASH) de manera oportuna y en un formato que otros organismos humanitarios puedan utilizar con facilidad. El objetivo general de las evaluaciones iniciales de WASH es permitir a los agentes humanitarios distinguir entre las necesidades urgentes para salvar vidas y las necesidades que requieren atención en una fase posterior. Los objetivos específicos de una evaluación inicial de WASH son los siguientes:
La información clave se debe recolectar de tantas personas y fuentes diferentes como sea posible para validar los hallazgos. Una vez tomadas las decisiones, se podrán recolectar datos adicionales para su confirmación. Los socios técnicos clave durante la evaluación son los ministerios competentes (por ejemplo, agua, sanidad), las ONG (internacionales y nacionales) y los organismos de la ONU, como la ACNUR, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés), la UNICEF y la OMS.
Fuentes de datos de evaluación
Fuentes de datos primarios
Fuentes de datos secundarios
Evaluación de las condiciones de las infraestructuras de saneamiento existentes
Determinar el estado de la infraestructura de saneamiento existente es una parte esencial de cualquier evaluación de necesidades, en especial en contextos en los que es insuficiente o es antigua. Cuando se evalúa la infraestructura de saneamiento, se debe describir toda la cadena de saneamiento, desde la interfaz de usuario U, a través de la recolección y el almacenamiento/tratamiento S, la conducción C, tratamiento (semi)centralizado T hasta el uso y disposición final D. Se debe señalar las características clave de cada componente de la cadena de servicios de saneamiento, y eso incluye las deficiencias existentes, los problemas de acceso, los peligros, los daños y los riesgos generales para la salud pública. Algunas infraestructuras de saneamiento a gran escala (como las grandes plantas depuradoras) pueden ser difíciles de evaluar y requerir conocimientos especializados. Una vez evaluada la infraestructura, el equipo puede definir las prioridades de respuesta en materia de saneamiento X.2.
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