A la hora de proporcionar soluciones de hardware de saneamiento en situaciones de emergencia, debemos prestar especial atención a la gestión segura de las heces de los niños. Las heces de los niños suelen ser más peligrosas que las de los adultos, ya que son los niños quienes suelen contraer infecciones relacionadas con los excrementos, tener una mayor prevalencia de diarrea y padecer infecciones por helmintos transmitidas por el suelo. El sistema inmunitario de un niño tarda varios años en desarrollarse, por este motivo, es posible que los niños no hayan desarrollado los anticuerpos necesarios. Además, en la mayoría de los casos, los infantes no pueden controlar su defecación y es posible que defequen en zonas en las que pueden exponer a otros niños (por ejemplo, en el suelo donde juegan otros niños; los niños pueden llevarse los dedos u objetos contaminados a la boca). Por consiguiente, los niños son más susceptibles a contraer enfermedades de transmisión fecal-oral. Esto puede traer aparejado un aumento de la desnutrición, el retraso del crecimiento y la reducción de las capacidades cognitivas. Lamentablemente, las heces de los niños suelen considerarse menos nocivas y, por lo tanto, en la mayoría de los casos, no se recogen adecuadamente ni se eliminan de forma segura. Además, los niños no suelen usar el retrete debido a su edad, etapa de desarrollo físico o preocupaciones de seguridad de sus padres. Es probable que teman usar el retrete por miedo a caerse dentro de él o a la oscuridad o, incluso, por los malos olores. Por lo tanto, para abordar la gestión de los excrementos de los niños es necesario tener en cuenta específicamente los siguientes elementos:
Infraestructura: Las intervenciones con hardware de saneamiento deben incluir las necesidades específicas de los niños. Esto incluye que los retretes públicos o compartidos estén cerca de los hogares, cuenten con una iluminación adecuada y estén equipados con interfaces de usuario adaptadas para niños, como inodoros más pequeños o letrinas para usar en cuclillas. La superestructura tiene que ser lo suficientemente grande para que entren el padre, la madre o el cuidador y el niño. Un retrete para niños puede mejorarse aún más si se acompaña con ilustraciones de colores para niños e imágenes con mensajes de higiene.
Artículos no comestibles: En el caso de los infantes, es necesario analizar la posibilidad de suministrarles artículos de contención fecal conforme a su edad, como pañales y bacinillas. En el caso de los pañales desechables, se debe implementar un sistema adecuado de recolección y gestión (incluida la promoción de la higiene) con opciones de enterramiento o tratamiento posteriores. Los pañales lavables pueden ser una opción. Si se utilizan bacinillas, las heces de los niños pueden desecharse o enjuagarse en el retrete, y después las bacinillas pueden limpiarse con jabón o desinfectante.
Promoción de la higiene: Las medidas de promoción de la higiene X.12 para las heces de los niños incluyen el suministro de información y capacitación a los padres y cuidadores sobre las opciones seguras de eliminación, el entrenamiento de los niños para ir al retrete, las prácticas de lavado y la promoción activa de las prácticas para evitar la defecación indiscriminada y la contaminación de los hogares con heces infantiles. Además, incluye mensajes sobre la importancia de lavarse las manos con jabón después de estar en contacto con excrementos de niños, así como de lavar al niño después de que defeque. También puede incluir la fomentación de la limpieza de entornos ya contaminados con palas u otras herramientas para evitar el contacto directo con los excrementos de los niños.
WASHplus Weekly (2015): Management of Child Faeces: Current Disposal Practices. USAID
WSP, UNICEF (2015): Management of Child Faeces: Current Disposal Practices. Research Brief.
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