El cocompostaje es la degradación aerobia controlada de material orgánico, utilizando más de una materia prima (lodos fecales y residuos sólidos orgánicos). Las condiciones termófilas, marcadas por temperaturas que superan los 60 °C, se alcanzan cuando se cumplen ciertos parámetros básicos (humedad, relación carbono-nitrógeno (C:N), aireación) que dan lugar a la eliminación de patógenos y a la rápida descomposición del material de desecho. El proceso produce un producto final seguro y estable que puede utilizarse como compost o enmienda de suelo.
El lodo fecal tiene un alto contenido en humedad y nitrógeno, mientras que los residuos sólidos orgánicos (procedentes de alimentos o residuos agrícolas) tienen un alto contenido en carbono orgánico y buenas propiedades de volumen, lo que favorece la aireación. La combinación de ambos permite aprovechar las ventajas de cada uno para optimizar el proceso y el producto. Los tres métodos de cocompostaje más utilizados son (1) hileras al aire libre, (2) en recipiente y (3) una combinación de hileras y pilas estáticas con aireación pasiva. En el cocompostaje de hileras al aire libre, el material mezclado (lodos y residuos orgánicos) se apila en largos montones llamados hileras y se deja descomponer. El cocompostaje en recipiente requiere un control de la humedad, el suministro de aire y la mezcla mecánica. El tercer método utiliza una combinación de pila estática e hilera al aire libre. Los residuos permanecen en una pila estática durante unos dos o tres meses y, luego, se trasladan a hileras para su posterior descomposición.
Los componentes clave en el diseño de una instalación de cocompostaje incluyen espacio para la clasificación y separación de residuos, lechos de secado, unidades de compostaje, cribado, almacenamiento de compost y desechos, infraestructura de higiene y desinfección, sistema de tratamiento de aguas residuales en el lugar, instalaciones para el personal y una zona de separación. Dependiendo del clima y del espacio disponible, puede ser necesario cubrir las instalaciones. Las instalaciones deben estar ubicadas cerca de las fuentes de residuos orgánicos y lodo fecal para minimizar los costos de transporte, pero a cierta distancia de las zonas habitadas para minimizar cualquier riesgo percibido o real para la salud. Las hileras de pilas deben tener al menos 1 m de altura y estar aisladas con una capa de 30 cm de compost, con tierra o con tierra de césped para favorecer una distribución uniforme del calor. En climas más fríos, los montones funcionan mejor a 2,5 m de altura y 5 m de ancho. El lodo se debe desecar en lechos de secado sin plantas T.9 antes de mezclarlos con los residuos orgánicos. Se debe construir una plataforma de compostaje sellada o impermeable (la superficie donde se ubican los montones) para recoger el lixiviado que, luego, puede reintegrarse en las pilas o tratarse.
Las instalaciones de cocompostaje pueden construirse con material que se consiga localmente. La plataforma de compostaje puede ser de hormigón o de arcilla bien comprimida. Si es necesario, se puede hacer una cubierta o un tejado con materiales locales, como bambú, rejillas para césped o láminas de madera, plástico o metal. Se puede agregar agua, dependiendo del clima. En el mercado existen recipientes de compostaje prefabricados de diferentes tamaños.
Debido al alto nivel de organización y mano de obra necesario para clasificar los residuos orgánicos, gestionar la instalación y controlar la eficacia del tratamiento, es poco probable que esta tecnología resulte práctica en la fase de respuesta inmediata. Sin embargo, puede considerarse una opción viable en las fases de estabilización y recuperación de una emergencia. La experiencia ha demostrado que las instalaciones de cocompostaje operan mejor cuando se establecen como un negocio con el compost como producto comercializable que puede generar ingresos para apoyar la recuperación de costos. Sin embargo, no es de esperar que las ventas de compost cubran el costo total del servicio.
Los requisitos de operación de las instalaciones de cocompostaje son elevados. Un personal de mantenimiento bien capacitado debe controlar con cuidado la calidad y la cantidad del material de los productos de entrada, la proporción C:N y gestionar el contenido de humedad y oxígeno. El personal también debe controlar con cuidado los la temperatura y los tiempos de volteo y maduración para garantizar un tratamiento de alta calidad. Los residuos orgánicos se deben clasificar primero para que no contengan materia no orgánica. El volteo debe realizarse periódicamente con una pala cargadora o, manualmente, con un rastrillo o una pala. Las robustas trituradoras para desmenuzar grandes trozos de residuos sólidos orgánicos (por ejemplo, pequeños ramales y cáscaras de coco) y las máquinas volteadoras de pilas ayudan a optimizar el proceso, reducen el trabajo manual y garantizan un producto final más homogéneo.
Los riesgos para la salud pueden reducirse al mínimo si los trabajadores adoptan precauciones básicas y prácticas higiénicas y utilizan EPP. Si se detecta que el material es polvoriento, debe proporcionarse una ventilación adecuada y los trabajadores deben llevar máscaras faciales. Para garantizar que los patógenos se eliminan hasta un nivel seguro, la Organización Mundial de la Salud (OMS, por sus siglas en español) recomienda que la temperatura del compost se mantenga entre los 55 °C y 60 °C durante una semana, como mínimo. En caso de duda, el compost se debe almacenar durante un año antes de su uso. Si se dispone de recursos, la inactivación de los huevos de helmintos debe controlarse como medición indirecta de la esterilización. Para más información, consulte las directrices de la OMS.
Los costos de construcción de una instalación de cocompostaje varían en función del método elegido y del costo de los materiales locales y si se incluye en el diseño la maquinaria, como aireadores y trituradoras. Los principales costos que hay que tener en cuenta son los requisitos generales de operación, incluidos el transporte y el suministro de lodo fecal y residuos sólidos orgánicos, y la disposición final del compost.
Antes de considerar un sistema de cocompostaje, el concepto debe discutirse con la comunidad afectada. Puede facilitar mucho el proceso si la comunidad tiene experiencia en la separación de sus residuos orgánicos y en el compostaje. Determinar que el compost elaborado a partir de residuos humanos es un producto aceptable para los usuarios potenciales (estudio de mercado) y garantizar que el producto de compost se ajusta a las normas/estándares locales son requisitos previos necesarios. Sin ellos, habría que identificar distintos procesos de tratamiento.
Productos de entrada
Productos de salida
Fase de respuesta
Estabilización | + |
Recuperación | + + |
Condiciones del terreno difíciles
Adecuado |
Nivel de aplicación
Vecindario | + |
Ciudad | + + |
Tecnologías al agua y en seco
Seco |
Nivel de gestión
Compartido | + |
Público | + + |
Complejidad técnica
Mediana |
Espacio necesario
Alta |
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